La Amazonía, además de ser un centro de biosfera que alberga una gran variedad de fauna y flora en el mundo, también es considerada un centro lacustre compuesto por varios afluentes; sin embargo, el más importante de todos es el río Napo. Este afluente es uno de los más importantes para esta zona, no solo por la vida que emerge, sino también por su ecosistema, que sirve como un equilibrio dentro de la Amazonía ecuatoriana.
Descubriendo el río Napo
El origen del río Napo proviene de los volcanes Cotopaxi y Antisana, así como de las laderas andinas y los manantiales de las cordilleras de Chalupas, Llanganates y Guacamayos. Se extiende aproximadamente 1,130 km desde la región andina hasta la Amazonía. Entre sus afluentes se encuentran el Coca, Tiputini, Yasuní, Aguarico, Curaray y Tamboryacu. Sin embargo, su descubrimiento data del siglo XVI por los colonizadores y misioneros europeos, quienes descendieron hasta llegar a la ciudad de Quito.
Importancia
Ahora, la cuenca del río ocupa el 60% del territorio nacional; Perú posee el 40% restante. Este río sirve como un corredor ecológico para diversas especies, incluyendo peces, delfines, cigüeñas, guacamayos, nutrias, caimanes y serpientes. A pesar de no ser navegable, conecta con áreas protegidas como Yasuní y apoya proyectos turísticos, permitiendo que estas especies encuentren los nutrientes esenciales y completen sus ciclos de vida.
Además, el río también es un conector cultural porque, a sus orillas, sirve como fuente de sustento para las comunidades Kichwa, Waorani y Shuar; pueden pescar y establecer conexión.
Impactos
En la década de 1970, el río experimentó una transformación, ya que debido a las compañías petroleras y la creación de carreteras, ocurrieron la deforestación y la contaminación, lo que condujo al cambio climático, afectando el ecosistema y sus alrededores. Sin embargo, fundaciones y el turismo comunitario han logrado revitalizar espacios para proteger el entorno de la Amazonía.
La puerta de entrada a la Amazonía ecuatoriana
El río Napo representa la vida y la biodiversidad, un vínculo que une comunidades, especies y ecosistemas. Su salvaguarda no solo garantiza la continuidad de la región amazónica, sino también el equilibrio ecológico del planeta.
